Todos sabemos que debemos cuidar el agua, pero no siempre lo aplicamos. Por eso, aquí te presentamos 10 ideas para cuidar del líquido vital y cambiar nuestros hábitos.
La importancia de cuidar el agua
El agua no es nada menos que la base de nuestra subsistencia. Sin ella no sólo no hay aseo posible, sino que no hay bebida, ni se puede cultivar frutas o vegetales, criar ganado ni mantener la vida en este planeta.
Es imprescindible cuidarla, pues si contaminamos y desperdiciamos más que lo que recuperamos a diario, sólo llegaremos a una nefasta consecuencia: la lenta muerte de nuestra especie, y del planeta entero.
También existe una cuestión económica detrás de la necesidad de cuidar el agua. Mientras que en algunas ciudades se ofrece libremente a cargo de una cuota fija, en otros lugares se cobra por el consumo del mes, mediante medidores de flujo ubicados en el acceso a las residencias, haciendo que su consumo sea mas limitado, aunque sea motivado por el bolsillo.
Pero no hay que esperar que sea cara para empezar a cuidarla. Este es el momento de aplicar algunos hábitos para evitar su desperdicio.
10 consejos para cuidar el agua
1. Usa lo necesario: Cuando dejas correr el agua, aunque fluya sin contaminación de ningún tipo, va a dar a las plantas de re-aprovechamiento. Es decir, se pierde para el consumo y uso hasta que se vuelva a recuperar, con grandes costos y tiempos de espera. Por eso, la primera medida que tomaremos para cuidar del agua es no dejar el grifo abierto cuando cepillas tus dientes, lavas tu rostro o te entretienes frente al espejo por las mañanas.
2. Cierra el grifo al bañarte o lavar la vajilla: Siguiendo con la idea anterior, recuerda aprovecharla al máximo a la hora de bañarte o lavar la vajilla. Haz un remojo inicial, luego cierra el paso y enjabónate (o enjabona los trastos). Finalmente, enjuaga con agua abriendo nuevamente el grifo. De esta manera se evita el desperdicio cuando, en realidad, no la estamos necesitando.
3. Repara y cuida las instalaciones: Dale un correcto cuidado a las instalaciones de tu hogar reparando grifos, tuberías y mangueras para prevenir goteras y fugas. Parece poco, pero cuando un grifo arroja gota tras gota, a lo largo de los días se estará desperdiciando cientos de litros de agua.
4. Ajusta el nivel de agua de los artefactos: Usa los ciclos cortos de lavado de la ropa y establece un bajo nivel de agua en los tanques de reserva. Usa el lavavajillas sólo cuando hayas completado su capacidad, al igual que el lavarropas, pues utilizarías la misma cantidad de agua para lavar un plato que los 20 que puede contener.
5. Usa cubetas en lugar de la manguera: Siempre que sea posible, haz la limpieza de las superficies utilizando cubetas y esponjas en lugar de la manguera abierta. Si lavas el coche, por ejemplo, hazlo remojándolo con esponjas mojadas, aplica los productos, y luego enjuaga con cubetas nuevamente. Ahorrarás una enorme cantidad de agua.
6. Lava las verduras en cubetas: Cuando laves las verduras, frutas y alimentos, hazlo en un cubo con agua. De este modo podrás aprovecharla para el riego de las plantas. Puedes hacer lo mismo con el agua de cocción de los vegetales, de las pastas y de cualquier cosa que hiervas.
7. Riega sólo lo necesario: Evita el riego inadecuado de tus plantas, césped, canteros y jardineras. Hazlo a primera hora de la mañana, cuando aún no se ha asomado el sol, o por la noche cuando ya se ha ocultado. Las plantas podrán aprovecharla mejor, y evitarás la evaporación y los efectos de lupa que las gotas de agua producen en las plantas.
Debajo de las macetas coloca platos, para así aprovechar el agua que se drene hacia fuera.
8. Reduce el agua del tanque del inodoro: Ajusta el nivel de agua del tanque del sanitario colocando una botella de plástico dentro del contenedor. Así, el reservorio se llenará con menos cantidad de líquido, pero el suficiente para poder realizar su función. También procura arrojas los papeles al cesto de residuos en lugar de usar el váter (inodoro), para aprovechar mejor el caudal reducido.
9. Cuida el agua de la piscina: Si tienes piscina en casa, utiliza productos naturales para conservar el agua, tareas que debieras realizar regularmente con ciclos de re-circulación y filtrado, en lugar de renovar todo el contenido. Cuando sea necesario quitar agua de la alberca, podrás aprovecharla para el riego o el lavado de pisos exteriores y hasta del coche.
10. Recolecta el agua de lluvia: Instala tu propio recolector de agua de lluvias en el techo o en el jardín. Aprovecharás agua saludable para tus plantas, y así no necesitarás usar la del grifo para regar o limpiar zonas exteriores
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